El Bobo de Coria

Ese enorme filósofo que es el "Bobo de Coria" nada dice ni comprende nada: pero justamente por eso de no comprender nada, se ríe de todo" Unamuno

El nombre de Coria, querámoslo o no, va unido al de "El Bobo de Coria".El posible origen de "El Bobo de Coria", llamado Juan Calabacillas es hurdano. El apellidos Calabacillas durante el s. XVII en la zona de las Hurdes y en los pueblos de la Sierra de Gata.

Su vida transcurrió desde muy pequeño en el entorno cortesano; hasta su llegada allí no tenemos noticias de Juan Calabazas, pero sabemos que se lo llevó la Corte, prendado de su indiscreción y gracejo, el Duque de Alba, que por su título de Marqués de Coria, era señor de aquella población. Y tanto agradó a Felipe IV, que tuvo que cedérselo el Duque y entró a formar parte de la Casa Real y de la servidumbre. Los documentos palatinos de la época le llaman por el nombre completo Don Juan de Calabazas. Hasta el año 1632 estuvo al servicio del infante Don Fernando, hermano del rey. "El Bobo de Coria" debió de ser un personaje de cualidades positivas por cuanto pasó al servicio del infante al del séquito real.

El trato recibido por D. Juan Calabazas es el privilegio con respecto al resto de los bufones. "El Bobo de Coria" estaba incluso autorizado a moverse por palacio libremente, a hacer apariciones ante los monarcas y a dar órdenes al resto de los enanos y bufones. El tratadista Beroqui en 1915 , se extraña de los disfraces de Calabazas y del buen sueldo que cobraba como honorarios. Y enjuicia a Juan Calabazas como un personaje fuera de la propia clase, o al menos, con una cualificación muy alta: "No es un cualquiera"; dice. Le sorprende la manera y forma de cómo utilizaba los "disfrutes" de sus prebendas y también del por qué un cretino alcanzó semejantes parabienes en tal altas esferas cortesanas.

Es el único bufón, Juan Calabazas, a quien Velazquez le hace dos retratos y los dos aislados. Entre ambas representaciones median más de 20 años. Uno de los lienzos se encuentra en Madrid (Museo del Prado) y el otro en Edimburgo (Inglaterra) en la colección Sir Francis Cook.

FUENTE:
coria.org


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...En cuanto al bobo de Coria...Bueno, en realidad se llamaba Juan de Calabazas y se le conocía por el Bizco, o por calabacillas. Era uno más de los bufones que pululaban en el entorno de Felipe IV y que como gozaban de libertad para decir todo lo que los demás cortesanos no podían decir, debían de constituir una especie de válvula de escape de las asfixiantes rigideces de la corte.

A este Calabacillas, Ve lázquez probablemente lo pintó dos veces, y digo probablemente porque por lo visto hay quien duda de que el primero de los dos cuadros sea de Velázquez... A mí me parece que sí lo es, pero bueno. En ese retrato Calabacillas es un hombre joven, estrábico, con una mirada astuta y una sonrisa inteligente; está de pie, y sostiene en una mano el retrato en miniatura de una mujer, y en la otra un molinillo de papel, que por esa época era un símbolo de la locura.

El segundo retrato es el que tradicionalmente se ha conocido con el titulo de El Bobo de Coria; también es el más famoso de los dos. Calabacillas ya es aqui un hombre maduro. Está sentado en una banqueta de madera, entre dos grandes calabazas que, claro está, aluden a su nombre, y tiene una pierna doblada debajo de la otra y las manos retorcidas en un gesto imposible...

En fin, una postura forzadísima, bastante rara. En realidad, casi todos los signos de cordura o de personalidad han desaparecido del personaje: no es sólo la forma en que está sentado, o el gesto de las manos, sino también la cabeza, blandamente caída a un lado, los ojos extraviados, la sonrisa vacía...Claro, las diferencias entre los dos Calabacillas son tan aparentes que algunos han pensado que en realidad son dos personas distintas. Pero, incluso si dejamos de lado, las evidencias documentales, que son concluyentes, ¿ por qué van a ser dos personas distintas? Hay más de diez años de diferencia entre un cuadro y otro. ¿Ni es lógico pensar que los dos retratos reflejan dos momentos distintos de la vida de una misma persona? Recuerdo haberle leído a un médico en alguna parte que, por su fisonomía, el Calabacilla del primer retrato, más que un bobo, es un truhán.

Nada nos impide imaginarle como a un joven ambicioso, ladino y sin escrúpulos que, para poder gozar de los privilegios que la corte concede a los bufones, finge que está mucho más loco de lo que esta en realidad (lo cual explicaría el énfasis del molinillo, innecesario en un verdadero loco), y que, con el tiempo, acaba desarrollando la locura que fingió durante años y que quizás, incipientemente, ya estaba desde el principio en él. El primer Calabacillas sería, de este modo, un personaje de destino; el segundo, porque vive en el puro presente sin memoria ni proyectos de la locura, un personaje de carácter. Hasta podriamos preguntarnos si lo que Velázquez quiso al pintar esos dos retratos no fue mostrar cómo una misma persona puede sucesivamente ser dos personajes; dos personajes antagónicos,además.



FUENTE: Javier Cercas. El vientre de la ballena