La Batalla de Medellín (1809)

29 marzo 1809

El general Gregorio de la Cuesta, al mando del Ejército de Extremadura de unos 13.000 infantes, 2.000 jinetes y 30 cañones, expulsó a la guarnición francesa de Almaraz el pasado 29 de enero, tras un reñido combate en el puente de la localidad. El rey José Bonaparte da órdenes al mariscal Víctor que marche contra ellos con el 1º Cuerpo de Ejército francés, de 14.500 infantes, 4.200 jinetes y 48 piezas.

El día 18 de marzo Cuesta ordena a su ejército replegarse. El 27 se les une el Duque de Alburquerque con 4.400 hombres; el mariscal Víctor avanza dividido por Mérida y Medellín, donde el general Cuesta decide marchar al día siguiente para atacarle.

El día 28 de marzo, los 19.400 españoles del general Cuesta forman desde la orilla del río hasta Mengabril. A las 11:00 horas se presenta Víctor con 17.500 soldados, cruzando el Guadiana por el puente de Medellín.

Los jinetes hispanos atacan a la infantería francesa, obligándola a retroceder y formar en cuadros, y así resisten durante horas; en otros puntos se agrupan en líneas cerradas barridas por la artillería. Cuesta ordena que el ala izquierda española avance sobre la derecha francesa para envolverla.


Entonces los dragones franceses al mando de Latour-Maubourg salen a repeler el ataque, ahuyentando a la caballería española del flanco izquierdo, que realiza una de las peores desbandadas conocidas, arrollando a su propia infantería y derribando al propio general Cuesta al suelo, con su Estado Mayor.

La infantería hispana del flanco izquierdo queda expuesta, siendo dispersada y masacrada en el subsiguiente asalto de la caballería francesa, que luego carga contra el centro, hasta batir el ala derecha, donde el Duque de Albuquerque resiste mientras los españoles huyen en desorden; la lucha en sí duró menos de cinco horas.

Los franceses persiguen a los fugitivos sin darles cuartel, quedando los campos llenos de cadáveres. Los españoles sufren más de 10.000 bajas entre muertos y heridos, otros 2.000 caerían prisioneros; los franceses tienen unas 4.000 bajas.

Los supervivientes españoles se reagrupan en Monasterio, y de allí se retiran a Sevilla; el general Cuesta castigará a las unidades que se retiraron, destituyendo a su oficial al mando, y a la tropa privándoles del uso de pistola.




FUENTE: remilitari.com